
Mil ideas pasan por mi cabeza. Surgen, una detrás de otra, sin pedir permiso. Están ansiosas. Aparecen. Unas sin esperarlas. Otras, por sorpresa. Algunas sólo son pequeños espejismos de ilusiones y desaparecen sin dejar rastro. Otras, crecen, se hacen grandes y bellas. Éstas se convierten en proyectos. Se hacen fuertes. Desprenden energía y alimentan nuestra alma. Y nosotros, con ellas, crecemos e iniciamos un camino. No sabemos dónde nos van a llevar. Las seguiríamos hasta el infinito y más allá si hiciera falta.
Éste es mi jardín de ideas. Ideas que nacen de la ilusión y se merecen brillar. Ideas que iluminan mi vida y todo lo que me rodea.